domingo, 5 de enero de 2014

Compendio definitivo de reglas para una sumisa

Cada vez con mayor frecuencia aparecen en la red más y más manuales y conjuntos de reglas relacionados con el BDSM. En general, he logrado identificar tres tendencias:

- Sobre técnicas: Se focalizan en cómo realizar diversas prácticas, los riesgos y precauciones, y diferentes opciones disponibles. Algunos ejemplos son dónde no se debe azotar, el impacto de diversos elementos, la fricción que pueden tener las cuerdas en diferentes materiales, dónde hay riesgo de afectar el sistema nervioso al hacer presión, la higiene que se debe tener con los aparatos de castidad, y un largo etcétera.
Estos los considero no sólo útiles sino necesarios. Cualquier cosa que genere nuevas posibilidades y logre evitar la imprudencia que suele acompañar al desconocimiento es más que bienvenida.

- Sobre lo emocional: Que contienen sugerencias sobre prácticas y estrategias que, de manera complementaria con los anteriores sobre los aspectos físicos, buscan lograr un mayor disfrute y cuidado de la parte emocional. Por ejemplo, tener momentos y canales de comunicación efectivos, que pueden variar para cada par Dom/sum, ya sean diálogos periódicos sobre ciertos aspectos, llevar un diario, lenguaje de señas, señales de humo o lo que resulte funcional y conveniente para cada quién; o el hecho de no imponer ni aplicar un castigo estando enojado; o la importancia del aftercare, entre otras cosas.
Estos me parecen tan importantes como los técnicos. Aportan elementos que enriquecen la relación y extienden el cuidado a eso que va más allá de la sensación en la piel.

- Sobre cómo "debe ser" una sumisa: Son los que comienzan con "una sumisa debe/no debe sentir/hacer/pensar" y me parecen una reverenda estupidez. (Fundamentalistas resentidos en 3... 2... 1...). En mi experiencia, su función principal es señalar a los demás: "Pero, ¿Cómo, tu sumisa no hace tal cosa?",  "una buena sumisa tiene que...", "si realmente quieres ser sumisa, tienes que...", "¿Ah, no haces tal cosa? Eres una mala sumisa". 
Lo que he visto es que diferentes personas opinan y sienten distinto frente a diversos comportamientos: A este Dom le parece inconcebible que una sumisa diga "mi Señor", porque no debe usar un posesivo para referirse al Amo, pero este otro Dom exige que su sumisa le diga "mi Señor" para que se note la diferencia cuando habla con Él, o simplemente porque le gusta y se le da la gana. Para este Amo es una condición sine qua non que la sumisa nunca lo mire a los ojos durante una sesión, mientras que otro Amo siente un enorme placer al mirar directamente a los ojos a su sumisa en el momento en que ella decide arriesgarse y superar su miedo y dice "sí, Amo", a algo que antes no se atrevía a realizar. A este le parece fundamental que la sumisa lo trate de usted, aquel prefiere que lo trate de tú, y mil ejemplos más.
Creo que los contenidos y las formas de una relación los deben construir los directamente involucrados, y no reglas inventadas por gente que ni los conoce.

Sin embargo, después de una investigación exhaustiva, de traducir manuales "sumisiles" en 247 idiomas, de entrevistar a los gurús de la federación intergaláctica del BDSM, y de una que otra epifanía, logré construir el 

Compendio definitivo de reglas para una sumisa

1. Las que acuerde con el Amo, de manera voluntaria y consciente.

Fin.

Espero que mi arduo trabajo les sea de utilidad.